ANTIGUAS NAVIDADES.
En mi familia de origen las fiestas las pasábamos en la casa de mi bisabuela, que yo a ella no la conocí pero que en esa casa había vivido mi abuela paterna, seguía viviendo su hermano, y unida a otra enorme casa donde para esos días vivía la hermana de mi bisabuela, la Nona, que ya tenía 80 años, ella sí había tenido 8 hijos, y una buena cantidad de nietos. Y sobre todo un humor espectacular, por eso nunca tenía problemas de que nos divirtiésemos de la forma que quisiéramos, solo la escuchaba protestar cuando le rompían alguna de sus hermosas plantas. Que cuidaba con mucha dedicación.
En general, mi papá se encargaba de hacer las compras y también de cocinar todo lo que se iba al asador, allí hacía lechones, chivitos, pollos o lo que se hubiera pensado para esa ocasión, hasta jabalí.
Las primas de mi papá se ocupaban de todo el resto, ensaladas, entradas y toda la mesa dulce navideña, que cuando la preparaban yo las ayudaba, y me encantaba hacerlo, cortaban todo con mucha prolijidad y dedicación, perfectamente mantenido hasta el momento de servirlo.
Las puertas estaban abiertas, para los amigos, vecinos, familiares políticos y todos los que quisieran pasarlo acompañados.
Yo muchas veces iba temprano con mi papá y estaba allí mientras se cocinaba y organizaba la fiesta. Es como si desde allí inconscientemente incorporé el tema de la organización y las reuniones con la familia.
Aunque allí como en toda familia italiana, se querían mucho, pero siempre había tema para una jugosa discusión. Alguno de los temas hoy, cuarenta años después aún tiene vigencia, por ejemplo se discutía el tema de las jubilaciones, el sueldo de los maestros, etc. Parece mentira, pero nada ha cambiado.
En la casa de la Nona, todos eran bienvenidos, algunas fiestas venían unos italianos con el acordeón a piano, a tocar canciones italiana, y se armaba el baile. La tarantela y otras canciones de la lejana Italia.
También hacíamos helado con una enorme máquina que era como una enorme maceta de cemento, con un gran tarro de aluminio interno que dejaba un espacio intermedio donde se iba colocando el hielo de barra picado y a su vez tenía una manija con un mecanismo, que dándola vuelta permanentemente, hacía girar el tarro y así se hacia el helado de crema americana al que cada uno le agregaba lo que quería nueces, whisky, almendras, chocolate rallado, etc.
En realidad era toda una ceremonia de la cual disfrutábamos, cuando se hacía y nos turnábamos para dar vuelta a la manija y por supuesto cuando lo disfrutábamos ya que quedaba bárbaro. Se transformaba en un premio compartido después de haber participado todos de la elaboración.
RECETA DEL HELADO DE CREMA AMERICANA
INGREDIENTES:
Leche 1 litro
Crema 500 c.c.
Azúcar 250 grs.
Esencia de vainilla 2 cucharadas
Almidón de maíz 1 cucharada.
PREPARACIÓN:
Hervir la leche con la crema y el azúcar 2’ a 3’. Agregar el almidón de maíz disuelto en un poco de leche fría y cocinar unos minutos más hasta obtener una crema liviana. Retirar del fuego, añadir la esencia de vainilla, colocar en la máquina heladora hasta que esté firme.
Así pasaban las cuatro fiestas. El 25 y el 1º los hombres siempre hacían algún partidito de futbol, y los jóvenes jugábamos al carnaval, nos divertíamos mucho.
A medida que se empezaron a ir los mayores las cosas fueron cambiando, se vendieron esas enormes casas, y ya no nos reuníamos todos juntos. Pero es lo que pasa en la vida de a poquito se van yendo los seres queridos, pero yo guardo en mi corazón el recuerdo de todos ellos y también los recuerdos de todas esas fiestas. Era un lugar donde realmente me gustaba estar.
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