EL BANQUITO-ESCALERA PARA BENJA!

LE COMPRÉ A BENJA UN BANCO ESCALERA PARA LLEGAR SOBRE TODO A MIRAR CUANDO YO ESTOY EN LA COCINA, LO QUE HAGO EN LA MESADA.

HACÍA TIEMPO QUE TENÍA GUARDADA UNAS IMÁGENES DE UNA PINTORA, LLAMADA SILVIA MUÑOZ, DE CUADROS INFANTILES.

ME ENCANTABAN SUS DIBUJOS Y ALLÍ ELEGÍ EL DEL BANCO TRATÉ DE REPRODUCIRLO, HUMILDEMENTE, LO MÁS PARECIDO POSIBLE.

EN EL ESCALÓN SUPERIOR VERÁN UNA TORTUGA PEQUEÑA APOYADA EN UNA ZAPATILLA BASTANTE COLORIDA, Y EN EL INFERIOR UN CARACOLITO TRATANDO LENTAMENTE DE LLEGAR ALLÍ.

ESTÁ PINTADO EL FONDO  DEL BANCO EN VERDE BOSQUE CLARO, Y LA TORTUGA Y CARACOL EN OCRE, SIENA NATURAL, SOMBRAS EN SIENA TOSTADA.

LA ZAPATILLLA ROJA CON SUS MEDIAS BLANCAS CON LUNARES CELESTES, LAS SOMBRAS EN NEGRO Y LUCES EN BLANCO.

Y LAS SOMBRAS DE APOYO EN VERDE ABETO CON BLANCO Y AMARILLO DE NÁPOLES. Y POR SUPUESTO BARNIZADO CON TRES MANOS DE BARNIZ PARA QUE LO PUEDA USAR CON TRANQUILIDAD. SIN QUE SE DETERIORE LA OBRA DE ARTE DE LA ABUELA, ES UN CHISTE!!!!!!!!!!!

LA FÁBULA DE LA TORTUGA Y EL ESCORPIÓN

“Una tortuga se disponía a cruzar un río; cuando comenzaba introducirse un escorpión se arrimó y le pidió por favor que lo cruzara ,dijo que necesitaba ver su hijo que había quedado en la otra orilla y no sabía nadar. La tortuga que conocía al escorpión se negó rotundamente a trasladarlo. El escorpión insistió y le prometió que se portaría bien, que no la picaría al pasar el río, sin embargo la tortuga sabía que el escorpión es un bicho venenoso y no era digno de confianza, pero ante la continua insistencia del escorpión le dijo: - Está bien, sube a mi caparazón, pero no me vayas a picar en la mitad del río, porque si lo haces me envenenarás y moriremos los dos, tú porque no sabes nadar, yo porque estaré envenenada. – No temas, dijo el escorpión, cumpliré mi palabra. Así las cosas, el bicho venenoso, subió a la caparazón de la tortuga y comenzaron a cruzar las aguas del río. Luego de andar por los 20 metros, justo a mitad del río, el escorpión le picó a la tortuga en su cuello y la envenenó; ¿qué has hecho, me has envenenado, ahora moriremos los dos escorpión ?dijo esto mientras agonizaba la tortuga. – No pude contenerme; es mi naturaleza – contestó el escorpión, mientras moría la tortuga y él se ahogaba”. Hasta aquí el cuento, pero el parangón es con los seres humanos que no tienen escala de valores, carecen de escrúpulos. Hay muchos caso similares al cuento trasladado a la vida real, se manifiesta por continuas traiciones, deslealtades e infedilidades; otros de los defectos que debemos marcar, es que como la tortuga, muchos seres humanos son muy igenuos y la ingenuidad es la madre de todos los fracasos.

NADIE CAMBIA NI HACE LAS COSAS QUE NO VAN CON SU NATURALEZA, POR ESO NO HAY QUE ESPERAR QUE UNA PERSONA RESPONDA DIFERENTE A LO QUE YA SABEMOS QUE ES.